EL PREFACIO: Es la oración que el sacerdote dice o canta solo justo antes de la consagración del pan y del vino. Sin embargo, antes de hacer el prefacio hay un diálogo introductorio entre el Sacerdote y los fieles quienes se animan solemnemente a presentar las ofrendas a Dios Padre para su consagración con la invitación: “EL Señor esté con Ustedes”. A la cual el pueblo responde “Y con tu espíritu”. Luego el sacerdote invita al pueblo de Dios a elevar sus oraciones diciendo: “Levantemos el corazón” y el pueblo a una voz responde: “Lo tenemos levantado hacia el Señor”. Y una tercera vez el sacerdote invita al pueblo a ser agradecido diciendo: “Demos gracias al Señor Nuestro Dios” y el pueblo sumiso reconoce diciendo: “Es justo y Necesario”.

El tema principal del prefacio cambia de acuerdo a la celebración y al tiempo litúrgico que se viva en el momento de la celebración. Así por ejemplo en el tiempo de Adviento hay dos tipos de prefacios. El primero se usa del primer domingo de Adviento hasta el día 16 de Diciembre que conmemora las dos venidas de Cristo y otro que conmemora a Jesus como Señor y Juez de la Historia de Salvación.

ADVIENTO I

Él vino por primera vez en la humildad de nuestra carne,
para realizar el plan de redención trazado desde antiguo,
y nos abrió el camino de la salvación;
para que, cuando venga por segunda vez
en el esplendor de su grandeza,
podamos recibir los bienes prometidos
que ahora aguardamos en vigilante espera.

ADVIENTO II

Tú has querido ocultarnos el día y la hora en que Cristo, tu Hijo,
Señor y Juez de la Historia,
aparecerá sobre las nubes del cielo revestido de poder y de gloria.
En aquel día, tremendo y glorioso al mismo tiempo,
pasará la figura de este mundo
y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva.

El Señor se manifestará entonces lleno de gloria,
el mismo que viene ahora a nuestro encuentro
en cada hombre y en cada acontecimiento,
para que lo recibamos en la fe
y para que demos testimonio por el amor,
de la espera dichosa de su reino.

El segundo tipo de prefacios de usa desde el 17 de Diciembre hasta el 24. El tema principal de estos prefacios es la doble espera de Cristo y María como la Nueva Eva.

ADVIENTO III

A Él que había sido anunciado por los profetas,
la Virgen Madre lo llevó en su seno con amor inefable;
Juan Bautista proclamó la inminencia de su venida
y reveló su presencia entre los hombres.

El mismo Señor nos concede ahora
preparar con alegría el misterio de su nacimiento,
para que su llegada nos encuentre
perseverantes en la oración
y proclamando gozosamente su alabanza.

ADVIENTO IV

Del antiguo adversario nos vino la ruina,
pero en el seno virginal de la hija de Sión recibió la vida
aquél que nos nutre con el pan de los ángeles,
y surgieron para todo el género humano
la salvación y la paz.

La gracia que perdimos por Eva nos fue devuelta en María;
su maternidad redimida del pecado y de la muerte,
se abre al don de una vida nueva.
para que, donde abundó el pecado sobreabundara tu misericordia
por Cristo, nuestro Salvador.

Les invitamos a poner mucha atención a esta oración que el sacerdote hace en nombre de nosotros y en la Persona de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote a su Padre para que envíe el Espíritu Santo y haga posible el proceso de transustanciación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

THE PREFACE: It is the prayer that the priest says or sings only just before the consecration of bread and wine. However, before making the preface there is an introductory dialogue between the Priest and the faithful who solemnly encourage themselves to present the offerings to God the Father for his consecration with the invitation: " The Lord be with you ." To which the people respond " And with your spirit ." Then the priest invites the people of God to raise their prayers saying: " Let us raise our hearts " and the people in a voice respond: " We have him raised to the Lord ." And a third time the priest invites the people to be grateful saying: “ Let us give thanks to the Lord Our God"And the submissive people recognize by saying:" It is fair and necessary . "

The main theme of the preface changes according to the celebration and the liturgical time that is lived at the time of the celebration. Thus for example in the time of Advent there are two types of prefaces. The first is used from the first Sunday of Advent until December 16 that commemorates the two comings of Christ and another that commemorates Jesus as Lord and Judge of the History of Salvation.

ADVENT I

He came for the first time in the humility of our flesh,
to carry out the plan of redemption laid down since ancient times,
and opened the way of salvation;
so that, when he comes a second time
in the splendor of his greatness,
we can receive the promised goods
that we now await in watchful waiting.

ADVENT II

You have wanted to hide from us the day and the hour in which Christ, your Son,
Lord and Judge of History,
will appear on the clouds of the sky covered with power and glory.
On that day, tremendous and glorious at the same time,
the figure of this world
will pass and the new heavens and the new earth will be born.

The Lord will then manifest full of glory,
the same that now comes to meet us
in every man and in every event,
so that we may receive him in faith
and that we may bear witness for love,
for the blissful waiting of his kingdom.

The second type of prefaces are used from December 17 to 24 . The main theme of these prefaces is the double expectation of Christ and Mary as the New Eve .

ADVENT III

To Him who had been announced by the prophets,
the Virgin Mother carried him in her bosom with ineffable love;
John the Baptist proclaimed the imminence of his coming
and revealed his presence among men.

The Lord himself now grants us to
prepare with joy the mystery of his birth,
so that his arrival will find us
persevering in prayer
and joyfully proclaiming his praise.

ADVENT IV

The ruin came from the old adversary,
but in the virgin bosom of the daughter of Zion the life
that nourishes us with the bread of the angels received,
and
salvation and peace arose for the whole human race .

The grace we lost for Eve was returned to us in Mary;
His redeemed motherhood of sin and death
opens to the gift of a new life.
so that, where sin abounded, your mercy overflowed
for Christ, our Savior.

We invite you to pay close attention to this prayer that the priest does on behalf of us and in the Person of the High and Eternal Christ Priest to send his Holy Spirit and make possible the process of transubstantiation of bread and wine in the Body and Blood of Our Lord Jesus Christ.