Criar niños amables es un trabajo duro, pero fundamental para su éxito como adultos católicos fuertes. Los padres pueden modelar el cuidado y la bondad en el hogar, haciendo obras de caridad, haciendo voluntariado, ayudando a amigos y a familiares. Permita que sus hijos participen en sus esfuerzos y anímelos a realizar sus propios actos de bondad. Reconozca y elogie los actos de bondad de sus hijos cuando ocurran, pero sin resaltarla como un comportamiento “extra especial”. Hacer que la bondad sea parte de su vida familiar diaria ayudará a sus hijos a desarrollar hábitos que crecerán con el tiempo. Para obtener más información, solicite una copia del artículo en inglés de VIRTUS “Fostering caring in children” (Fomentar el cuidado de los niños) en lacatholics.org/did-you-know.